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Políticas públicas y perspectiva de género

Diseñar y gestionar políticas públicas con perspectiva de género implica tener en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres y cómo estas diferencias pueden afectar su acceso a los recursos y servicios públicos, así como sus oportunidades y experiencias.  Solo si conocemos y visibilizamos esas diferencias, podemos hacer un aporte para cambiarlas.

Autoras: Carla Mariana Tassile.

¿Por qué es necesario incorporar la perspectiva de género a las políticas públicas?

Las políticas públicas que no se diseñan y gestionan considerando la visión que aporta la perspectiva de género, no solo no tienen en cuenta las diferencias de género y las desigualdades que existen entre hombres y mujeres en la sociedad. Además, corren el riesgo de perpetuar o incluso agravar las desigualdades de género existentes en lugar de abordarlas.

Las razones con las que nos encontramos en las políticas públicas actuales y que nos permite expresar que las mismas que no han sido diseñadas y gestionadas desde una visión de género, pueden deberse a múltiples  razones, entre ellas: que no tienen datos desagregados por género; que no comprenden las diferencias de género y las desigualdades en el acceso a recursos y servicios públicos; que no contemplan la falta de participación y consulta de mujeres y grupos vulnerables en el proceso de diseño y ejecución de políticas; y, demuestran falta de compromiso político y liderazgo para abordar las desigualdades de género.

Las políticas públicas sin perspectiva de género pueden tener consecuencias negativas para las mujeres y otros grupos vulnerables, como la exclusión de mujeres en la toma de decisiones, la falta de acceso, la desigualdad de oportunidades y la perpetuación de roles y estereotipos de género. Por este motivo, es fundamental que las políticas públicas tengan perspectiva de género y consideren las diferencias y desigualdades de género en su diseño y ejecución.

Desde la Fundación ICES sostenemos que las políticas públicas son la principal herramienta que tienen los gobiernos para modificar la situación de la comunidad. Es preciso incorporar la perspectiva de género a este proceso para que todas las intervenciones que los gobiernos realicen lo hagan considerando las diferentes realidades que viven y experimentan cotidianamente varones y mujeres, y sólo así se podrán pensar soluciones integrales que tiendan a sociedades más justas e igualitarias.

¿Cómo hacerlo?

En ICES trabajamos en un modelo de políticas públicas, el “Modelo Relacional de Políticas Públicas”, que incorpora técnicas de participación ciudadana, de elaboración de indicadores y herramientas para la evaluación que nos permiten, analizar, diseñar, gestionar y evaluar políticas públicas con los lentes que aporta la perspectiva de género.

Algunas claves para diseñar y gestionar políticas públicas con perspectiva de género:

1 – En el momento del diagnóstico: Realizar diagnósticos participativos y representativos. Contar con Información diferenciada por sexo y/o género de las problemáticas que afectan a la ciudadanía. De esta manera, se reconocen y visibilizan las diferencias de posibilidades e intereses que tienen varones y mujeres.

2 – En el momento de la planificación: Establecer Indicadores de gestión y resultado diferenciados por género. Esto guiará la ejecución de la política, así como el control de la gestión y la posterior evaluación de impacto de la misma.

3 – En el momento de la gestión: Implementar políticas de equidad y que tiendan a sociedades más igualitarias, donde todas las personas tengan la misma posibilidad desarrollarse y vivir libremente.